Por Micaela Majdanski
En este punto nos preguntamos si conviene impulsar una política habitacional integral que, al mismo tiempo, se proponga beneficiar o reactivar sectores específicos de la economía. mbio, estamos consternados por la fluctuación económica y observamos asombrados un proceso de empobrecimiento acelerado cuyas consecuencias aún desconocemos. amos a empezar por el año 1907, como ya sabemos en este año se produjo la huelga de inquilinos o “huelga de las escobas”, un movimiento popular contra la suba de los alquileres en las casas de inquilinato de Buenos Aires y otras ciudades argentinas, popularmente denominadas conventillos. Esta huelga duró aproximadamente tres meses.
La huelga de los inquilinos fue una de las manifestaciones más importantes de la época, marcando un punto de inflexión en las luchas posteriores por el derecho a la vivienda en Argentina. Antes de la pandemia me parece que había más similitudes con la época de 1907 en cuanto a que se cobra un adelanto para poder ingresar a la vivienda , hay que tener garantía comprobable, pueden desalojar si no pagan los alquileres correspondientes y siempre salen ganando los propietarios. Ahora en época de pandemia la normativa cambió un poco a favor de los inquilinos y la más notable diferencia es que se involucró el estado a favor de ellos. “Lo que está demostrando esta pandemia que tanto angustia, es que la salud y la vivienda deben ser derechos y debe ser el Estado quien la regule, la proteja y la garantice. La vivienda vuelve a ser un derecho”.
“Me quedé sin trabajo, se empezaron a morir los abuelos que cuidaban sus hijos decidieron ponerlos en geriátricos. Dejó de haber tanto trabajo y me fui quedando, ya no alcanzaba para pagar el alquiler. Me tuve que ir a la calle. Si tuviera una casilla, la hubiera peleado desde ahí porque podés ir a los comedores, pero al no tener…”. Por esto estamos pasando en esta pandemia, personas que no llegan a pagar sus alquileres, comida, luz, etc. Si bien la crisis empeora aún más la situación habitacional de los hogares y sus miembros, en cada región y aglomerado del país se vive de forma desigual.
En este punto nos preguntamos si conviene impulsar una política habitacional integral que, al mismo tiempo, se proponga beneficiar o reactivar sectores específicos de la economía. Es un problema en el cual el gobierno no le queda más opciones que darle una única respuesta, que es, que cada ciudadano se quede en su vivienda, por la seguridad de uno y del otro. Es pensar en grande, pensar en uno mismo y en el que también está afuera. Sabemos que es un virus que más que enfermarnos, a la mayoría de las personas las está haciendo sufrir de otra manera, no pudiendo pagar las cuentas, teniendo solo para comer.
Las villas de Buenos Aires son las más complicadas, ya hay muchos enfermos, ¿Por qué? Como sabemos la mayoría, es falta de higiene, familia que tienen que salir de su casa a buscar la comida, incluso trabajar de lo que puedan para llevar sus necesidades a la casa. En cambio hay personas que están completamente bien económicamente y lo están pasando de la mejor manera, no encerrados como no nos gusta, pero no necesitan salir a la calle para buscar su capital.
En el noticiero el otro día, vi como mostraban una familia que se les había caído el techo, una familia muy humilde, que no tenían muy buenas condiciones de vida, ahora si pensamos bien, cómo pasarán estas familias la pandemia, es difícil pasar por esto y más estas personas que tienen que enfrentarse al virus para poder llevar algo a la casa.
El pueblo exige al estado un bono para poder tan solo comprar comida. Se de mucha gente que lo necesitaba seriamente y nunca se lo pagaron.
Esta pandemia puede que mejore o puede que rebalse el vaso que lleva a todo una Argentina, un Buenos Aires. Espero que salgamos todos de esta y bien.