10 de Abril
Hace tres días que sigo teniendo el mismo problema con él y siento que esto no da para más. Sugeriría separarnos pero, estamos en cuarentena. O por lo menos que se vaya, pero ¿A dónde? Si estamos viviendo juntos desde hace 4 años en Buenos Aires.
15 de Abril
Todo paso desde hace unos meses donde él me empezó agredir y amenazar durante mucho tiempo, no aguantaba sentir más sus golpes, así que decidí denunciarlo, no duró mucho en la cárcel. Solo fueron 7 meses, luego de esos meses él tenía que cumplir la causa perimetral que le habían puesto.
Decidió ir al hospital donde yo estaba internada, para amenazarme otra vez, luego de haber perdido a mi tercer hijo por su agresión. No le podían poner la tobillera.
Unos días antes de hoy, Ariel decide cenar en familia y yo como no me quería estar sola con él, invite a mi vecina Haydeè, que más que vecina era como una madre postiza para mí.
A la mañana siguiente mi vecina me envía mensajes, preocupándose, pero claramente no le pude responder. Yo ya me encontraba en estado de coma permanente, ocultada dentro de un mueble. Escuche los golpes de la puerta, era Haydeè, llegó a la casa de Ariel, mi ex pareja, la madre de él le dijo mentiras, diciéndole que yo me encontraba durmiendo con mi hijo.
Fui hallada, semienterrada en un descampado dentro de una bolsa de nailon, en Moreno, a cinco cuadras de la casa de la mama de Ariel. Donde él estuvo toda la madrugada haciendo un pozo profundo para que no me encontrarán, un lugar lóbrego.
26 de Abril
La verdad estoy cansada de escuchar y ver siempre lo mismo: muertes, infectados, países infectados y que va haber más días de encierre. ¿Alguien me puede dar una buena noticia?
El otro día hable con Carol me había contado que durante la cuarentena aumentaron las llamadas al 114, por violencia de género y por violencia doméstica. Yo no lo podía creer, esta pandemia hace que las personas vivan forzosamente con el agresor. Levantarse y pensar cada día que es lo que va pasar, como un frío que recorre todo el cuerpo, haciendo que este se estremezca de pavor.
25 de Junio
Hoy me encuentro en el Monte Chingolo, vine a visitar a mi mama, pero no la encontraba, solo me encontré con Abel Romero, un hombre con quien mi mama convivía desde hace poco y con quien iba a pasar la cuarentena, él me dijo que mi mama y mi hermana Ada se habían ido a la casa de una amiga a pasar la cuarentena.
Empecé a buscar entre los cajones, porque no me creía su cuento y a medida que iba buscando me encontré con una bolsa de consorcio con fotos y juegos de mi hermana. Cada vez que me acercaba a la habitación empezaba a oler como a metal, vi y eran las paredes llenas de sangre lavada, y en el colchón de mi mama. Llamé a la policía, luego de varias horas el fiscal Jorge Grieco encontró las llaves y el documento de mi mama.
Al día siguiente, con Romero en la cárcel, la policía bonaerense fue con los perros rastreadores a la casa para encontrar algún cadáver. Oí el ladrido de los perros en el patio, habían encontrado el cuerpo de mi mama bajo una manta y el de mi hermana, ambas puñaladas en el cuello, sus cuerpos llenos de tajos e impregnadas de sangre y tierra.
26 de Junio
Hoy al mediodía, Romero confesó todo, declarando que la había matado porque ella le reprochaba sus aventuras con otras mujeres, todo por su machismo. La apuñaló hasta matarla. Luego, corrió al cuarto de Ada, sujetándola en la cama y linchándola con el filo. En fin, fue acusado por un doble crimen.
1 de Julio
Como hoy se vuelve a la fase 1, donde solamente se va poder salir para ir a comprar al supermercado y a las farmacias. Fuimos a comprar al súper, no fue nada agradable estar todo el tiempo con el barbijo puesto, oliendo siempre lo mismo y no poder disfrutar de las demás fragancias que hay en la calle o lugares, entiendo que hay que cuidarnos pero eso me deja sin oxígeno. En fin, él estaba muy extraño y no sabía si preguntarle o no, ya que hace unos días tuvimos una discusión y no fue nada romántico. No es que estuviéramos peleados sino que casi no nos hablábamos y por lo contrario, sería para discutir y yo no estoy para zumbidos. Este encierre entre los dos cada vez se volvía insoportable, su enojo por todo era peor, yo trataba de evitar sus amarguras, pienso que siempre busca un pretexto para empezar una discusión.
Después de volver del súper, le pregunté qué quería comer y me respondió con un tono de molestia, el gesto de su rostro decía todo, así que decidí no decirle nada más. Poco a poco era un cascarrabias, no exagero. En serio. ¿No me crees?
Terminamos de cenar, iba a lavar los platos, pero él quería hacerlo. Y de repente en el forcejeo insistía. Me caí, golpeándome a un costado del abdomen. Él en vez de ayudarme solo empezó a gritar y a tirar los platos. Me dijo: ves lo que ocasionaste, te dije que yo lo iba a lavar. Por qué sos tan estúpida, no entiendes nada de lo que te digo.
Se fue al cuarto, yo me quedé en shock. No sabía qué hacer. Así que decidí darle su espacio para que se le pase. Mire los noticieros, para ver qué onda con el coronavirus, confirmaron que en Argentina ya hay 44 muertos y 2,667 nuevos contagiados. Y como no había nada más para ver, más que escuchar muertes. Me fui a dormir.
2 de Julio
Ahora soy otra víctima más en el mundo, todo pasó tan rápido. Desde el día en el que me caí, las cosas empeoraron. Cada noche yo me caía y no de causalidad, cada día tenía una huella más; sentía como sus patadas se clavaban en cada parte de mi cuerpo, como una estaca; como cada puño creaba una moradura, como el cambio de un camaleón; y como cada lagrima que recorría mi rostro caía en ralentí junto con los ecos de mis gritos, rebotando en las cuatro paredes de la casa, a escondidas llamé a Carol. Me dijo que en situaciones así debía ir a la farmacia, pero yo pensé en ir a la policía, porque se supone que en estos casos se va a denunciar. Pero me explico.
Carol me dijo: Tenès que ir a la farmacia a pedir un barbijo rojo o una mascarilla número 19, ellos te van a tomar tus datos personales y van a informar a las autoridades. Es como un código secreto que el gobierno determinó.
5 de Julio
Él me había amenazado muchas veces con matarme si lo dejaba, pero claro, de todos modos paso. Me lo esperaba, ya que él era un ex convicto y ahora la policía lo está buscando. Típico de ellos, llegan justo a tiempo para la escena del crimen, como siempre. No sé por qué no me sorprende, se supone que ya me debería de haber acostumbrado a su pésimo trabajo.
Asfixiada; me imagino como la soga quedó tatuada en mí, como manchas que caminan en todo mi cuello, pareciéndose a las salpicaduras que no podemos sacar de las paredes o la cocina. Fui hallada cerca de las cinco de la mañana en Larrea y San Juan, Santa Fe. En el barrio Nueva Pompeya. Los testigos dijeron que mi expareja, el responsable de esto, me dejó tirada frente al mercado y huyó, como un cobarde. Claro, no es nada nuevo para ustedes, la historia se repite, pero de diferentes maneras, la única diferencia es el arma que se utiliza.
Mi papá dijo que en mi casa encontró un pedazo de soga similar al que tenía en el cuello, cuando me encontraron. La casa estaba toda revuelta y encontraron tirado en el piso el colchón y mi ropa.
10 de Julio
Cada vez que a nosotras nos pasa esto nos dicen que tenemos la culpa, que buscamos esto, que no aguantamos nada de él, o que tratemos de salvar la “relación” para no tirar todo a la basura, o perderlo a él, ya que no vamos a encontrar un hombre así nunca. Claro de ese lado es fácil hablar. Pero ni siquiera la justicia puede ayudarnos, como en el caso de Camila Tarocco quien ya había denunciado a su ex pareja, pero no sirvió de nada, ya que solo le dieron 7 meses en la cárcel, ¿Y luego, que? Miren lo que pasó, ella está muerta. O como el caso de Cristina Iglesias y su hija Ada, quienes fueron asesinadas, o como los casos de otras mujeres. Siempre la justicia llega tarde, esa es su excusa, pero claro no se le puede decir nada más que seguir luchando para que esto cambie.
Aunque, pienso que esto nunca va a terminar, hasta que desaparezcamos todas las mujeres en el país, no, más bien en el mundo. ¿Y luego, que sigue? ¿A quién van a matar? ¿A cuántas más van a contar? Si no queda nadie. O ¿A cuántas mujeres quedan por contar? Digo no, ¿No se les escapó alguna por ahí para matar, asesinar o desaparecer? Aunque da lo mismo, de todas formas va estar muerta, ya que nadie está para cuidarlas. Pero gracias a otras mujeres, gracias, a estas mujeres por darles, más bien por regalarles una voz para todas ellas, que no pudieron o que no lograron hablar. Y que ahora están en estado de afasia por la lápida.
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