Antes de la cuarentena mi rutina era… no sé.
Me levantaba a las 6:30 AM, luego me preparaba para salir al colegio, aunque bueno, a veces tengo la costumbre de faltar mucho. Llegaba a casa, cuidaba a mis hermanos y esperaba hasta las 17:00 PM a que llegue mi mamá.
Intentaba hacer la tarea pero la mayoría de las veces escuchaba los gritos de mis vecinos, entonces me acercaba a la ventana y no veía nada, así que seguía con lo mío. En cuanto terminaba me fijaba que que mis hermanos no se estén matando y continuaba con mis cosas. Luego al caer la noche me preparaba para ir a danza, solía llegar bastante tarde así que me iba directo a la cama pero en el transcurso de la noche escuchaba gritos, entonces me acercaba a la ventana para ver si todo está bien y como no veía nada inusual, lo dejaba pasar, aunque me solían levantar una o dos veces por la noche.
Cuando inició la cuarentena me di cuenta que en algunos casos se vuelve un infierno el estar en casa, ya que mi ventana da a la ventana de unos vecinos, y ellos son una pareja bastante disfuncional.
En los primeros días de esta cuarentena me percate de algunos comportamientos de mis vecinos que no me terminaban de cuadrar, podía escuchar sus discusiones.
En momento es donde me di cuenta que aunque una persona parezca buena a la vista de los demás en sus casas se muestran como en verdad son.
Al pasar de los días ya sabía que los dos se trataban de forma muy violetas, por su parte el hombre gastaba todo su dinero en drogas,y la mujer le gritaba a su hijo de 2 años todo el tiempo.
Por otro lado empezaba a ver en la tele todos los nuevos casos de feminicidios que estaban ocurriendo por estar encerrada todo el día con su abusador.
El caso de Ana Carla Da Silva, me llegó a impactar mucho, Tenía apenas dos meses de vida. Vivía en Puerto Iguazú. El 26 de marzo murió por recibir en el pecho un disparo de un arma de aire comprimido,el culpable fue su padre Mario Da Silva, lo hizo mientras discutía con su pareja.
Sé por experiencia propia que crecer en una familia disfuncional puede dejar heridas con consecuencias serias en la vida adulta.
En ese punto pude escuchar otra discusión, donde el hombre le había sacado el bono que ella cobró por $10.000 y se lo gastó todo en drogas, entonces por ese motivo escuchaba a la mujer gritando.
Por algunos días la ayudamos con la comida pero nosotros somos 6 no le podíamos dar mucho porque no estaban pagando los sueldos y no teníamos. Por otra parte no volví a escuchar tantos gritos de los vecinos, supongo que están en su semana buena.
Pensé muchas veces en denunciar a esa familia por bien del bebé pero mi mamá dice que nos meteríamos en muchos problemas. Por lo tanto, pude notar son unas personas muy conflictivas, y no quiero que nada malo le pase a mi familia.
Volví a ver por mi ventana, ahora con miedo, pensando, ¿que es el amor?, ¿es una enfermedad que nos ciega?, ¿porque pensamos que amar es sinónimo aguantar?,¿existe el amor o solo generas una costumbre al ver a esa persona?
Ahí me encontraba tomando una taza de té con todas esas preguntas rondándome en la cabeza y desde mi ventana pude ver al bebé jugando en el balcón, la inocencia lo irradiaba, me pude ver a mi de chica reflejado en sus ojos, desde ese momento decidí no ver más por la ventana, prefiero no recordar a los fantasmas del pasado, aunque me estén golpeando la ventana pidiendo volver a entrar.
Comments