Día 46
Las noticias se convirtieron en una insoportable y lamentable conteo, de números, cifras y porcentajes; se generó esa costumbre espantosa, con la que no golpea tan fuerte el saber que detrás de todos esos dígitos, están muchos de nosotros, de conocidos, de algún abuelo que extraña a sus nietas, y de ese sobrino que todavía no conozco y que me derrito por mimar.
Día 57
En gran parte de mi mente, se encuentra la frustración y enojo de todos lo que no estamos viendo y que no se frenó con el virus. A pesar del aislamiento, cientos de mujeres y niñas que gritan más fuerte que todas las parejas deseando salir, que la pandemia las perjudicó de todas las maneras posibles. Pero el periodismo tradicional sigue acomodado callando todas esas historias y a su vez vidas, que piden un foco. ¿Dónde está el “ÚLTIMO MOMENTO” de las 57 mujeres asesinadas en el país?
Pareciera como si el virus nos hubiera eliminado todos los conflictos sociales que nos rodean a diario.
Día 68
Estaba equivocada
25 de mayo. Falleció un hombre más, George Floyd, por el racismo siempre presente, en los supermercados, en las calles y en el mundo. Así como millones de víctimas, en esta se jugó una vez más con la furia de las personas, pero con ella se rompieron las jaulas de este aislamiento obligatorio a todos los que se rebelaron. Suelen criticar en cualquier tipo de protesta los daños materiales de negocios o calles que se da en la misma, pero quizás sirva más el criticar el racismo inculcado en el monopolio de violencia y los daños del mismo.
Manifestaciones iniciadas en distintos lugares de Estados Unidos llegan a países de Europa, Latinoamérica y Asia. No únicamente reclamando a George Floyd, pero si como un ejemplo de los muchos, que, al igual que el coronavirus, se quedaron sin vida.
Día 79
Las continuas amenazas de Trump no censuraron la furia de los manifestantes. A su vez, saltaron por redes sociales datos dados por una agrupación que acusa a muchos políticos y sorprenden a millones de habitantes alrededor del mundo. Ante la incertidumbre universal, más personas se introducen en sus respectivas religiones, rituales y teorías conspirativas en búsqueda de comprensión frente al futuro de esta pandemia.
Capital Federal aumenta la cantidad de personas que rompen el aislamiento para reclamar el fin de la cuarentena, se aglomeran, los policías, los periodistas, los vecinos salen para ver que ocurre, todos se reúnen y por un rato terminan con la misma.
Día 90
Ayer fue mi cumpleaños. Fue muy raro ver a mis amigos y no tener la posibilidad de abrazarlos, todavía la tecnología no ha llegado a tanto. Esa sensación de no saber cuándo va a ser ese próximo encuentro con ellos, con toda mi familia, se apropia de mi corazón unas horas al día. Después vuelvo conmigo y me doy cuenta de las muchas y muchos que no van a poder tener ese reencuentro.
Día 94
Soy una más de las que se informan por redes sociales los casos locales de cada error humano, de las que comparten lo que se enteran creyendo que puedo generar reflexión a alguien más que yo, dando mi opinión y debatiendo.
Estoy segura de que un día, una semana, siquiera meses van a significar el reclamo por todas las injusticias sociales, pero también que encerrada la bronca me pega más, y que entre la comodidad que pueda tener desde mi casa, deseo lo mismo para todos y para todas.
Como leí el otro día en una crónica, espero que con esta pandemia no perdamos la conciencia de que tenemos que seguir luchando y mejorando. Que este sea un punto de partida para hacer un clic en todas las personas frente a todos los abusos y la violencia.
Día 165
Hoy se terminaron los casos del Covid-19 en más de 186 países, pero no los casos de violencia ni mucho menos los femicidios. Creo que un gran paso que nos dieron estos meses para muchos es el tiempo para adentrarnos, concientizar y reclamar sobre lo que pasa más allá de nuestra ciudad o provincia, más allá de lo que pasa en el país o región. Así como con esta epidemia los países del mundo se dieron las manos en apoyo, con medidas y reformas, protocolos y decretos; la misma importancia debe darse a todos, pero especialmente a estos dos grandes problemas sociales que a millones de mujeres y hombres nos afectan a diario. No son “temitas” más ni próximos a discutir, son conflictos que al igual que el coronavirus nos golpean a muchos, y también nos matan.
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