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  • Foto del escritorFlorencia Rangoni

UNA NUEVA REALIDAD

El 19 de marzo del 2020 decretaron aislamiento social a causa del COVID-19. Internet es la nueva forma para estudiar, hablar y trabajar, ya que no podemos tener contacto. Lamentablemente no todas las casas y personas pueden tener acceso a internet y quedan aisladas completamente.

Nos vimos obligadxs a un cambio de vida repentino y no solo hablando de estudio y trabajo…de un día para el otro dejamos de hacer las cosas que estábamos acostumbradxs. De un día para el otro nos tuvimos que acostumbrar a un mundo nuevo, a festejar cumpleaños, casamientos y hasta funerales por zoom; no poder visitar a seres queridos, dejar los abrazos y cambiarlos por un “choque de codos”.

Martes a la noche después de una semana que anunciaron cuarentena estricta; se escuchan aplausos para los médicos desde los edificios. Las personas se empiezan a comunicar desde las ventanas, a organizar aplausos en todo el país a determinada hora, a comunicarse desde los edificios con música o simplemente hablando con vecinos.

Es un día lluvioso, un miércoles cualquiera pero en cuarentena; a unx lo invaden pensamientos y emociones nuevas, porque en definitiva todo esto es nuevo para todxs. Nos rodea una ola de negatividad que nos termina afectando física y mentalmente…es entendible, porque va pasando cada vez más tiempo, no podemos salir con amigxs, no podemos juntarnos a tomar mate…

Siendo sincerxs, hay días que tenemos ganas de quedarnos en la cama y no hacer nada.

Hace no muchos días estaba pensando en todo lo que estamos pasando, se siente como algo eterno; no sólo por el aislamiento… prendemos la tele y lo único que vemos son noticias nuevas del virus y de la cuarentena, nos cruzamos a alguien en la calle y cuál es la nueva frase típica que surge? “estoy hartx de estar encerradx” es ahí cuando se desata una nueva conversación del famoso coronavirus. Lo veo como algo que llegó para quedarse, para modificar las cosas.

Por el mes de julio pensaba que la mejor manera de llevarlo es quedándonos tranquilxs sabiendo que esto va a pasar, tener la mente ocupada en algo positivo, buscar hobbies, escuchar música, organizarnos el día por mas que no podamos salir de nuestras casas, hacer de vez en cuando una videollamada por zoom con amigxs y familiares, salir a caminar cuando se pueda, etc.

Fueron pasando los meses, los casos bajaban cada vez un poco más; fuimos volviendo a la “normalidad” dentro de todo… primero las juntadas al aire libre de 10 personas, los shoppings abiertos, la vuelta a los colegios con sus protocolos, bares hasta las 2am, restaurantes, algunos boliches con capacidad limitada, más adelante los cines, más vacunas empezaron a llegar a Argentina. La gente empezó a salir, a poder juntarse con amigos, a dejar atrás el encierro que nos carcome la cabeza.

Enero, un sábado a la noche con mucho calor; abrí Instagram para ver historias y todos estaban haciendo algo diferente, algunos en la costa en boliches o fiestas en la playa; otros en Capital en algún bar de Palermo hasta las 3am y otros en parques repletos de personas hasta muy tarde. Lxs pibes conformados porque por fin se podía salir de noche con amigxs.

Marzo, los casos vuelven a subir… era esperable ya que muchos países de Europa estuvieron en cuarentena por la segunda ola. Nos empezamos a preocupar pero todxs seguimos saliendo y lxs pibes pensamos que somos inmunes. Sigue todo abierto, nada cambió desde diciembre.

Llega abril de 2021 un año y después de semana santa, cuando de a poco va apareciendo el frío. Los casos por día no bajan de 25 mil, la segunda ola se nos está viniendo encima. Muchos hospitales colapsados, personas internadas en grave estado otra vez; es como si volviéramos a los meses de junio o julio, estamos volviendo a ver la misma película. La gente se empieza a quejar porque se toman medidas para cerrar lugares, restricción de horarios y demás. Muchos pensaron que la pandemia se terminó en diciembre pero la realidad es que no.

14 de abril, todos esperando a que anuncien nuevas restricciones. Es un bajón ver cómo de a poco vamos a poder salir cada vez menos cuando hace un mes hacíamos lo que queríamos, pero no podemos ignorar el hecho de que la pandemia sigue ahí afuera y que el virus se sigue llevando a personas. Es triste pero es la realidad y lxs pibes nos tenemos que acostumbrar a que esta va a ser nuestra nueva realidad por un largo tiempo.


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